¿Estás pensando en convertirte en enfermero interno residente? Si es así, has llegado al lugar correcto. En este post te explicaré todo lo que necesitas saber sobre este emocionante y desafiante camino hacia una de las 6 especialidades de enfermería. Desde las tareas diarias hasta las responsabilidades más importantes, te contaré todo acerca de ser un enfermera/o interno residente y cómo puedes alcanzar tus objetivos profesionales en este campo altamente demandado. Así que prepárate para descubrir qué significa realmente ser un enfermero interno residente!

Introducción

. Los enfermeros internos residentes trabajan bajo la supervisión de un enfermero experimentado y pueden llevar a cabo muchas de las mismas tareas que los enfermeros regulares. Sin embargo, también hay algunas diferencias importantes entre los dos roles.

¿Qué es una enfermera/o interno residente?

Las enfermeras internos residentes (EIR) son enfermeras que reciben una formación especializada para convertirse en especialistas de enfermería. Esta formación se realiza a través de un programa de residencia de 2 años, después del cual los EIR pueden optar por obtener un título de especialista que a su vez te permitirá si lo deseas en un futuro a acceder al doctorado en enfermería sin necesidad obligada de tener que realizar un máster oficial. El objetivo del programa de residencia es proporcionar a los EIR la experiencia práctica y el conocimiento teórico necesarios para que puedan desempeñar el papel de líderes y expertos en el campo de la enfermería.

Las diferentes especialidades de un enfermero interno residente

Un enfermero interno residente es una enfermera/o ya graduada/o que está realizando un programa de residencia para obtener una especialidad de enfermería

·       Enfermería Obstétrico- Ginecológica (Matron/a)

·       Enfermería Familiar y Comunitaria

·       Enfermería Pediátrica

·       Enfermería Geriátrica

·       Enfermería de Salud Mental

 

·       Enfermería del Trabajo

 

Ventajas de ser enfermero interno residente

– Se adquiere experiencia laboral mientras están bajo la supervisión de enfermeras, en su mayoría especialistas, aunque no siempre es así.

– Oportunidad de especializarse en una de las ramas de la enfermería, en pro de tu seguridad y de la del paciente.

– Aprenden a manejar una variedad de situaciones y pacientes diferentes, lo que les da una base sólida para su carrera futura.
– Estabilidad laboral durante al menos 2 años: posibilidad de disfrutar vacaciones en verano, Navidades, Semana Santa.

Cómo convertirse en un enfermero interno residente

Los enfermeros internos residentes son enfermeros que están llevando a cabo un programa de formación especializada después de haber obtenido su título universitario de enfermería. 

Para poder convertirse en enfermero interno residente, se requiere un título universitario de enfermería (con el resguardo de las tasas vale). A partir de ahí, en septiembre de cada año suele publicarse la convocatoria del examen EIR para el cual debe superarse. El nº de orden definitivo se desglosa en: 90 % nota de examen y 10 % la nota media de la carrera. No se puntúa, por tanto, la experiencia laboral, si bien tener el doctorado se valora positivamente en el baremo.

El examen suele tener lugar un sábado a finales de enero o bien a primeros de febrero.

Conclusiones

Si te apasiona alguna de las 6 especialidades de enfermería te animo enérgicamente a luchar por tu sueño. No te asegura ni mucho menos un futuro laboral, pero sí que te abre más puertas de las que te cierra. Son 2 años duros de residencia, pero cuando estás formándote en algo en lo que quieres dedicarte toda tu vida, el camino se hace mucho más llevadero.

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